La desnutrición tiene muchas caras. Y en Guatemala, donde el gobierno declaró esta semana el estado de calamidad pública por la situación de hambre, quienes luchan por salvar a los niños conviven con una realidad que desafía adjetivos.
"Encontramos niños que se hinchan por la retención de líquidos, con decoloración del cabello (...) y niños con otra forma de desnutrición severa, con la piel pegada al hueso", relata Lida Escobar, monitora de campo del Programa Mundial de Alimentos en Guatemala.
Escobar, quien tiene más de 20 años de experiencia en distribución de ayuda, compartirá con los lectores su visión de la realidad en el terreno, mientras recorre comunidades afectadas.
Puede enviar sus comentarios y mensajes a Lida Escobar utilizando el formulario al final de la nota.
"Niños con su mirada fija...": 11 de septiembre
"En Jalapa me quedé impresionada de todo lo que observé: un gran número de niños con problema severos de desnutrición. Encontramos niños con Marasmo y Kwashiorkor y al final del atardecer se tenían alrededor de 22 niños con este diagnóstico. Todos ellos localizados en el Hospital de Jalapa.
Distribución de ayuda
El PMA distribuye una papilla fortificada, mezcla de maíz con soya. Y en este momento también se entregan galletas nutritivas a más de 10.000 familias.
Kwashiorkor es un tipo de desnutrición aguda severa en la cual el niño se hincha por la retención de líquidos por la deficiencia de proteínas. También hay cambios en la decoloración del cabello y le aparecen lesiones en la piel.
Marasmo, es otra forma de desnutrición aguda severa, derivado de la deficiencia de calorías y proteínas, observándose en los niños la piel pegada al hueso. Se ven completamente delgados, también presentan poco cabello y cabello frágil y son muy irritables y apáticos (llorones).
En Jalapa, los niños tienen problemas de desnutrición, pero acompañado también de otros problemas como bronconeumonía y problemas gastrointestinales y diarreas, entre otros males. Esto conduce a un ciclo vicioso entre desnutrición y enfermedad. Los niños enfermos pierden el apetito, no absorben bien lo que comen y se desnutren. Por otro lado los niños desnutridos tienen sus defensas reducidas y se enferman fácilmente con lo cual se repite el ciclo.
También estuve en el departamento de Chiquimula, en el municipio de Jocotán, visitando dos centros de recuperación nutricional a donde llegan niños de comunidades del área indígena Chortí, que tienen su propio dialecto. Se encuentra a unas tres horas y media en auto, 200 kms al este de la Ciudad de Guatemala.
En este lugar, encontramos ocho niños en recuperación, en su mayoría con kwashiorkor y marasmo.
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El problema es la educación
La crisis tiene causas complejas. Algunos niños están así por falta de comida, pero otros porque han tenido enfermedades asociadas y se debilitan. Las madres hablan de fiebre y náuseas y que por eso "no les da hambre" y no les dan de comer.
En el área Chortí se tiene cobertura médica en un 100% con organizaciones no gubernamentales contratadas por el Ministerio de Salud para prestar servicios básicos de salud y nutrición. También hay servicios institucionales como centros y puestos de salud, con lo que se llega a las comunidades más lejanas. Después de viajar en auto hay que caminar hasta dos horas para llevar la asistencia. Estamos hablando de un área de montaña, colindante con Honduras.
En el terreno
Lida Escobar es ingeniera agrónoma. Trabaja hace más de 20 años en el campo de distribución de ayuda.
En algunos casos la ayuda existe, el problema es la educación. Encontré en cierta oportunidad por ejemplo una niña que ya estaba fría, preparándose para morir, y hablamos con la mamá y le preguntamos por qué no la había llevado al centro. Primero la llevan al brujo y sólo cuando el brujo ya no puede ayudar al niño, lo llevan al centro de salud.
En las áreas más vulnerables, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) apoya con un proyecto de alimentos por trabajo que da a las comunidades la oportunidad de realizar proyectos, como conservación de suelos, reforestación, aboneras, hortalizas y capacitaciones entre otros, para beneficio de sus propias comunidades y a cambio se les proporciona alimentos para sus familias.
Adicionalmente, en el área Chortí distribuimos Vitacereal®, una mezcla de maíz con soya fortificada con micronutrientes que se prepara en forma de papilla, para niños de 6 meses a tres años y en forma de atol, para madres lactantes y embarazadas. Se distribuye en 109 municipios más vulnerables del país.
En este momento el PMA también distribuye galletas nutritivas en 164 comunidades beneficiando a niñas, niños y madres con 10,688 raciones. La distribución está a cargo del Ministerio de Agricultura.
Da mucha tristeza ver a los niños con su problema de kwashiorkor o marasmo, ver a esos niños con su mirada fija, ¿hacia dónde? ¿cuál es su futuro? ¿qué pensarán...?"
En la próxima semana Lida Escobar nos da su visión sobre las causas de la crisis y el efecto de la sequía. Puede enviarle un comentario, un mensaje o una pregunta, utilizando el formulario a continuación.
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