“Al que a Mí viene no le echo fuera” (Juan 6: 37)
Necesitas sopesar el factor de coste, y contar el costo de ser un discípulo de Jesucristo. Te costará la popularidad, te costará las promociones quizá a veces, te costará una vida fácil, tendrás que disciplinarte a ti mismo, tendrás que pulir tu cuerpo, tendrás que decir no a la tentación, tendrás que decir no a este mundo, te costará la compañía de tus amistades, tendrás que romper con la multitud, tendrás que estar dispuesto a mantenerte solo por Cristo, tendrás que estar dispuesto a caminar en una dirección diferente, y salir de la multitud incluso si nadie sigue a Jesucristo.
Estarás dispuesto a mantenerte de pie, aunque tú seas la única persona por Jesucristo. Ese es el factor de coste. Tendrás que sufrir persecución por Jesucristo, y déjame decirte: que vendrá!, incluso puede costarte la vida.
El no viene a jugar juegos, El no viene a ser dócil, El viene para dominar, El viene para matar. El es el Rey de reyes y el Señor de Señores, y al final de esta era que está por terminar, El vendrá de repente del cielo montado en un caballo blanco, y sus vestidos están salpicados en sangre, la sangre de sus propios enemigos.
El va a volver para conquistar y para condenar. Tú necesitas hacer términos de paz con este Rey que viene, o tú estarás sometido a condenación para siempre. Y Jesucristo ha hecho los términos de paz. Tú necesitas un arreglo extrajudicial con El, no querrás entrar en ese día final de conflicto con Cristo, porque será implacable en la ejecución de Su Justicia. Pero El te ofrece Su misericordia hoy.
El estará de acuerdo con los términos de la rendición, El estará de acuerdo con los términos de paz, pero son Sus términos de paz, ¡no los nuestros!
El dice:
»He venido a echar fuego en la tierra. ¡Y c ómo quisiera que ya estuviese encendido! Tengo un bautismo con que ser bautizado, ¡y cómo me angustio hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a dar paz en la tierra? ¡Os digo que no, sino a causar división!
Porque de aquí en adelante cinco en una casa estarán divididos: tres contra dos y dos contra tres. El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. » (Lucas 12: 49-53)
Y sus términos de paz son sencillamente estos; El está diciéndote: Tú tienes que odiar a tu propio padre, tú tienes que odiar a tu madre, hermana, hermano, incluso a tu propia vida más que a tí o tú no podrás ser mi discípulo, y tú tienes que tomar la cruz y seguirme o tú no podrás ser mi discípulo. Y si no lo haces te reunirás conmigo en el juicio final. Y se va a glorificar Dios en tu destrucción. El te está presionando por una decisión, El no dará marcha atrás. Tú no puedes apretar el botón de silencio por mucho tiempo en tu corazón, debes de responderle a Él.
Lucas 14:33
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todas las cosas que posee, no puede ser mi discípulo.”
Conclusión…
Nadie de ustedes pueden ser mis discípulos, El está diciendo: ninguno de ustedes puede ser un verdadero cristiano. Ninguno de ustedes puede estar en mi reino, ninguno de ustedes puede estar en buena relación conmigo ni con el Padre, ninguno de ustedes puede ser mi discípulo, sino renuncia a todo lo que posee. ¿Qué es lo que el Señor está diciendo? El no está retrocediendo, El esta aumentado el compromiso de Su llamado a todos ustedes que están leyendo este mensaje. Bien, El no está diciendo que tú tienes que comprar tu camino hacia el reino de los cielos, porque ninguno de nosotros tiene el suficiente dinero y ninguno de nosotros tiene el suficiente oro, o plata para siempre quitar la mancha de pecado que ha contaminado nuestra alma interior.
¿Qué es lo que está diciendo? Cualquiera de ustedes que no renuncia a todo lo que posee, bien esto debe de ser tomado en contexto con los otros textos de la escritura, y déjame justo resumir lo más importante de la información. Tú debes de transferir la posesión de todo lo que eres y de todo lo que tienes hacia todo lo que El es. Eso es lo que El está diciendo, tu vida ya no es más tu vida, tu vida ahora la vida de Él. Tu tiempo ya no es más tu tiempo, tu tiempo ahora es el tiempo de Él. Tus posesiones ya no son más tus posesiones, son las posesiones de Él. Tu futuro ya no es más tu futuro, es el futuro de Él. Tu tesoro ya no es más tu tesoro, es el tesoro de Él. Y tú has transferido todo lo que tú eres y todo lo que tú tienes a todo lo que El es. Esto es lo que significa cumplir con sus términos de paz.
Todavía el cambio no se intercambia o compra con dinero real, pero es adquirido con la completa y total rendición de tu vida al Señorío de Cristo. Esto es lo que la fe salvadora significa, está llegando al final de sí mismo, a confiar completamente todo lo que tú eres y todo lo que tú tienes a todo lo que El es.
Esta es tu alma eterna, esta es la verdadera vida que alguna vez vivirás, esto trata de la única eternidad que jamás tendrás, y lo que dice: la sal es buena, pero incluso si la sal se vuelve insípida, significa que da una evidencia de que nunca fue verdadera sal para comenzar. ¿Con que será sazonada? Y la respuesta es: ¡nada! Versículo 35: es inútil ya sea para el alma que para el estercolero. Simplemente no es buena para nadie, ni para Dios, ni para Cristo, ni para el reino, ni para el ministerio. Tú solo estas ocupando el asiento para otra persona. Hubo otras personas que estaban tratando de formar parte de esto, que es inútil ya sea para el suelo. Tú ni siquiera vales el cuarto de baño, espiritualmente hablando, porque no has llegado al lugar de la total entrega de tu vida y suprema legalidad y suprema fidelidad a Cristo.
Tú no has llegado todavía bajo el Señorío de Cristo, y tomar una cruz para seguirlo. Y luego El dice: el que tenga oídos para oír…que oiga.
Tú tienes que darle una estricta atención a lo que Dios ha dicho en su Hijo. Porque Dios nos ha hablado en su Hijo en este mensaje. Y Dios nos ha traído a todos a este lugar, ninguno de nosotros esta aquí por accidente o por casualidad, y es la bondad de Dios y la misericordia de Dios que te ha traído a este lugar donde han oído Isaías 53, tú has oído del Salvador sufriente, el Señor Jesucristo, que en aquella cruz se convirtió en pecado por nosotros, sobre esa cruz El murió a sí mismo para que El pudiera vivir para nosotros, y que podría llevar nuestros pecados e iniquidades sobre ese madero y comprar nuestra salvación. Y no hay salvación en ningún otro nombre, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en quien podamos ser salvos.
Jesús dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí” (Juan 14:6) y El te está llamando hoy:“venid todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os hare descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga “(Mateo 11:28-30) que es y es, tu tendrás el peso del pecado quitado de ti y ahora tu tendrás el yugo de Cristo sobre ti mismo, y El se mete en ese yugo contigo y tira contigo, pero requerirá el compromiso total de tu vida con Él.
Oh, como debemos buscar nuestros corazones aquí hoy, ¿has venido a este lugar de compromiso total en tu vida? ¿He entregado tu vida al soberano Señorío de Él, quien murió en la cruz por tí? Quiero que sepas que las puertas del paraíso se han abierto para ti. La puerta estrecha está abierta. Y si tu das un paso de fe y entras a través de esa puerta estrecha, y le entregas u vida a Él a pesar de…la fuerza de sus palabras, El también dice: “Al que a Mí viene no le echo fuera” (Juan 6: 37) El te está llamando hoy a venir a Él para dar un paso de fe y venir a Él, pero si tu vienes a Él, no quieras jugar con El. Tú debes entregarte a Cristo.
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