Éxodo 4
1 Entonces Moisés respondió y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
2 Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara.
3 Y Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se convirtió en una serpiente; y Moisés huía de ella.
4 Entonces
dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él
extendió su mano, y la tomó, y se convirtió en una vara en su mano.
5 Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
Si tiendes a
desesperar por las oportunidades perdidas o si te preocupa el futuro,
pregúntate esto: « ¿Qué tengo delante de mí?». En otras palabras, ¿de
qué circunstancias o relaciones interpersonales dispones en este
momento? Esta pregunta puede quitar tu mente del pasado o de un futuro
atemorizante y enfocarla en lo que Dios puede hacer en tu vida.
Se
asemeja a lo que Dios le preguntó a Moisés en la zarza ardiente. Este
hombre estaba preocupado, y al ser consciente de su propia debilidad,
expresó su temor en cuanto al llamado del Señor para que liberara al
pueblo de Israel de la esclavitud. Entonces, el Señor simplemente le
preguntó: «¿Qué es eso que tienes en tu mano?» (Éxodo 4:2). Dios hizo
que Moisés dejara de preocuparse particularmente por el futuro y le
sugirió que observara lo que tenía justo delante de él: la vara de un
pastor. El Señor le mostró que podría usar esa simple caña para realizar
milagros, como una señal para las personas incrédulas. A medida que
crecía la confianza de Moisés en Dios, así también aumentaba la magnitud
de las maravillas que el Señor hacía por medio de Su siervo.
¿Piensas demasiado
en los fracasos del pasado? Recuerda la pregunta del Señor: «¿Qué es eso
que tienes en tu mano?». ¿Qué circunstancias y vínculos presentes puede
Él utilizar para tu beneficio y para Su gloria? Coloca estas cosas —y
tu vida— en manos de Dios.
Reflexión: No puedes cambiar el pasado, pero arruinarás el presente si te preocupas por el futuro.
Fuentes: Nuestro Pan Diario