Martes, 8 de noviembre de 2011
Un asteroide del tamaño de un
portaaviones, unos 400 metros de largo, pasará a unos 325.000 kilómetros
de la Tierra este martes, algo menos que la distancia a la que está la
Luna.
Es la primera vez en 200 años que un asteroide
de esta magnitud se acerca a la Tierra. Los científicos están
completamente seguros de que no representa ningún peligro.La roca no podrá ser divisada a simple vista. Será necesario un buen telescopio.
El mundo científico espera que el acontecimiento sirva para estudiarlo de cerca. La agencia espacial de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés) ya está lista para aprovechar la oportunidad.
clic Lea también: Los telescopios del mundo, ante el asteroide gigante
Radares del centro de vigilancia del espacio profundo, en California, y el observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, llevan más de una semana siguiendo su trayectoria.
Así, esperan que la instalación californiana obtenga una imagen de unos dos metros por pixel, algo inaudito que servirá para profundizar en el conocimiento de la forma y propiedades de este tipo de fenómenos, como por ejemplo cómo absorbe el calor del sol.
Por el momento, ni siquiera los astrónomos pueden usar sus telescopios porque se aproxima desde la dirección del sol. Pero podrán entrar en acción cuando esté ya cerca de la Tierra.
No es un peligro
"Sabemos que no nos va a golpear en esta ocasión, y que no lo va a hacer en los próximos siglos"
Alan Fitzsimmons, Queen University
O si cayera el en mar, el tsunami tendría olas de más de 20 metros.
Pero no hay motivo para preocuparse, según aseguran los científicos.
Alan Fitzsimmons, profesor de Astronomía de la Queen University de Londres, dijo en entrevista con la BBC que aunque "normalmente en la ciencia no puedes decir que algo es 100% seguro, pero en este caso sí se puede estarlo".
"Hemos estado siguiendo su trayectoria hace años. Sabemos que no nos va a golpear en esta ocasión, y que no lo va a hacer en los próximos siglos".
No será posible verlo, a no ser que se disponga de un "telescopio razonablemente grande", según Fitzsimmons.
Además, "es bastante oscuro, su composición es fundamentalmente rocosa, rica en carbono".