“Hermanos
míos, gozaos profundamente cuando os halléis en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. Santiago 1:2-3.
Mi papá describía a
mi madre como una mujer valiente y fuerte. Él tenía razón. Ni siquiera
siete cirugías la habían podido frenar. Con su primera operación de
rodilla, el doctor dijo que ella no podría jugar golf otra vez. Ella
tenía 74 años y, seguía decidida a ser una jugadora no una espectadora.
Cinco meses después estaba de nuevo en el campo de juego. A sus 81 años
ganó un campeonato femenino de golf para mujeres mayores de 35.
Cuando se practica
este deporte, se tira con la intención de que la bola vaya hacia el
green (área donde se sitúa la bandera que indica la posición exacta del
hoyo, donde debe introducirse la bola), o bien para hacer lo que se
denomina un hoyo en uno. Sin embargo, un jugador puede encontrarse en la
trampa de arena. Salir de ahí requiere perseverancia.
Mi madre requirió
terapia física intensiva de tres veces al día, los siete días a la
semana para volver a mover su pierna. Ella se desanimó varias veces y
sufría dolor, pero se mantuvo firme. Cuando planificó su segunda
operación de rodilla seis años después, estaba lista para hacerlo todo
de nuevo.
Perseverar no
significa que nunca te sentirás desmotivado o con ganas de darte por
vencido. Significa seguir adelante para lograr tu meta a pesar de cómo
te sientas, a pesar de los obstáculos en el camino. El apóstol Pedro en
2° Pedro 1:6 nos dice que seamos diligentes en añadir perseverancia a
nuestra fe. Eso se logra por medio de luchar las batallas con la ayuda
de Dios y confiar en que Él hará lo que prometió (Hebreos 10:23).
Este año perdimos a
nuestro padre. Luego de 63 años de casados, mi mamá se mantiene firme,
confiada en Dios, como lo ha hecho toda su vida, para que le ayude a
sobrevivir en este duelo. Ella es un modelo de perseverancia para sus
hijos, nietos y amigas viudas… y sí, aún juega golf.
Cuando te encuentres
en una trampa de arena, recuerda que Dios está contigo en medio de tus
problemas. Él nunca te dejará, ni te desamparará. Mantén tu mirada en
Dios, persevera y alcanzarás el green.
Oración
Señor, muchas veces
me es difícil perseverar porque siento que no alcanzaré lo que me he
propuesto, o porque veo que todo se pone en contra. Enséñame a poner
perseverancia a mi fe y a esperar confiadamente en que tienes control de
todo. En el nombre de Jesús, amén.