¿Cómo puede un cristiano participar en una fiesta en honor del enemigo de su Señor y de su propia alma? Es la primera pregunta que surge cuando alguien que se dice creyente participa en las festividades de Halloween y Día de Muertos, consagradas al ocultismo y al espiritismo, que son abominación para Dios.
Tales personas desoyen la Palabra de Dios, que dice:
Efe 5:8-12 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
Héctor Urzúa, Pastor de Casa de Oración Culiacán nos habla al respecto en su mensaje titulado Rechazando la maldad.
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