La advertencia la hace un experto que estuvo en el equipo internacional que predijo el del 27 de febrero. El fenómeno ocurriría en la misma zona de Concepción y regiones aledañas, debido a que el anterior no liberó toda la energía de las placas tectónicas. Mientras tanto, los científicos también cuentan los días para el mega terremoto que se está gestando en el norte grande de Chile.Una predicción escalofriante ha fluído este miércoles en círculos científicos universitarios del país en términos de que podría desatarse un nuevo terremoto talvez más potente que el del 27 de febrero y en la misma zona afectada, todo porque en ese megaterromoto pese a su violencia no se liberó toda la energía que estaba acumulada en el marco de la tensión de las placas Nazca y Sudamericana.Quien ha aventurado esa posibilidad es el académico Jaime Campos, de la Universidad de Chile, contraponiéndose a lo sostenido los primeros días de marzo post sismo del 27 por el geólogo Mario Pino, docente de la Universidad Austral de Chile en Valdivia, el cual afirmaba que terremotos como el de 1960, de 9.8 grados de magnitud -que devastó el sur chileno- ocurren en nuestro territorio sólo en un ciclo de 300 años aproximadamente; y los más “pequeños” como el del 27 de febrero de este año suelen registrarse cada 100 o 120 años.La nueva y preocupante predicción surge en medio de ingentes estudios acerca de lo que está ocurriendo también en el norte de Chile, donde a raíz de una seguidilla de fuertes temblores los expertos han comenzado a hablar de que viene un gran terremoto también.LA CUESTIÓN DE LA ENERGÍAJaime Campos, quien formó parte de los expertos internacionales que predijeron la ocurrencia del terremoto del 27 en el centro sur de Chile, planteó que una de las claves para temer un nuevo cataclismo en la misma área está relacionada con que el sismo de febrero no habría liberado toda la energía que estaba acumulada. El sismólogo explica que esto se debe a que en un tramo de la zona de ruptura -entre Pichilemu y el norte de Constitución- sólo se habría roto la parte de abajo, no así la superficie, por lo que "en la parte de arriba aparentemente no liberó toda la energía".Indicó que algo similar ocurrió en Tocopilla en 2007, donde "el plano de ruptura no llegó hasta arriba, sino que el terremoto solamente rompió la parte baja y cuando eso ocurre se está cargando más todavía la parte de arriba, por lo tanto Tocopilla todavía puede romper y todavía puede ser zona epicentral de un gran terremoto".Respecto del sismo del 27 de febrero, el científico señaló que "cuando uno empieza a ver detalles de cómo ocurrió la ruptura sísmica, empieza a darse cuenta que pasó lo mismo que en Tocopilla (...) o sea, que rompió la parte de abajo sin romper la parte de arriba, lo que abre un escenario de que puede venir otro terremoto".TERREMOTO “RARÍSIMO”El sismólogo indicó además que el del 27 de febrero "es un terremoto rarísimo" ya que posee muchas anomalías que los científicos aún no logran comprender. Una de éstas es el inusual comportamiento de las réplicas, que no han cumplido ninguna de las tres leyes que los científicos han establecido para grandes terremotos.Éstas son la Ley de Omori, que indica que la frecuencia de las réplicas van decayendo paulatinamente en el tiempo; y la Ley de Gutenberg-Richter, que se refiere a cómo se distribuye la sismicidad en función de la magnitud y el tiempo.Campos señaló que ninguna de esas leyes se ha cumplido en este caso, pues han ocurrido "pocas réplicas" y éstas "disminuyeron muy rápidamente"."Este comportamiento nos tiene sorprendidos porque es muy extraño encontrarse con un terremoto de tal magnitud con un decaimiento de réplicas tan rápido", señaló.Tampoco se ha cumplido la Ley de Bath, que indica que en todo gran terremoto la réplica más grande tiene una magnitud 1,2 veces menor que el evento principal, que en el caso del terremoto de 8,8 tendría que ser de 7,6 grados Richter, lo que tampoco se ha cumplido ya que la réplica del 11 de marzo fue de 6,9 grados.Recordó que el terremoto de 1985 fue de 7,8 grados y su réplica principal fue de 7,3. "Y acá tenemos un 8,8 y la réplica más grande fue un 6,9. O sea, hay mucha energía que debió haberse ido en réplicas que no se ha ido", apuntó. Sobre esto último, dijo estar "perplejo" y que no se puede adelantar lo que va a ocurrir. "Quizás no hubo (gran réplica) y eso es nuevo, pero no lo sabemos", sostuvo.Jaime Campos indicó además que la propia réplica de 6,9 grados del 11 de marzo fue "extraña", ya que su "mecanismo no tiene nada que ver con el evento principal"."No ocurrió en la zona de ruptura, sino que en la corteza, cerca de las ciudades y a menos de 10 kilómetros de profundidad, eso es rarísimo", explicó.Asimismo, el científico indicó que ese sismo de 6,9 es un "terremoto aparte", lo que explica que después se hayan seguido produciendo tantas réplicas en la zona de Pichilemu.Indicó que otra característica extraña del terremoto del 27 de febrero es que fue capaz de romper más allá de la zona que le correspondía. Se trata de parte de la zona que ya había roto el terremoto de 1960, en la península de Arauco, y de otro segmento donde ya se había liberado energía en el terremoto de Talca de 1928.El sismólogo confesó que "todas esas preguntas que nos tienen muy intrigados, hay inconsistencias que no logramos comprender bien. Este sismo nos está haciendo revisar nuestras ideas preconcebidas de cómo funcionan estos terremotos".EL DEL NORTE SÍ QUE VA A SER GRANDE |
Primera Parte Las tres primeras bestias/la estatua de metales; la cuarta bestia Estudio bíblico escatológico “Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas” (Daniel 7: 7: 8) A diferencia de algunos que hoy en día dicen tener sueños y revelaciones, pero que nada tienen que ver con la Palabra, Dios sí le habló al profeta Daniel. En el libro de Daniel, Dios reveló acerca de lo porvenir en cuanto al dominio mundial dos veces, aunque de manera diferente. Primeramente lo hizo a través
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