“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío”.
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío”.
Salmos 19:14
Antes que nada te quiero hacer una pregunta: ¿En que momento del día estamos delante de Jehová?, partiendo de eso quiero reflexionar en la importancia de este versículo.
David escribía: “Sean gratos los dichos de mi boca”, en pocas palabras: “Que lo que hable sea grato”, pero no termina ahí la frase, sino que continua y dice: “y la meditación de mi corazón”, en pocas palabras: “Que mis pensamientos y las intenciones de mi corazón también sean gratos”.
Que importantes es evaluar de vez en cuando que clase de palabras están saliendo de mi boca y que clase de pensamientos hay en mi mente, sin descuidar también que clase de intenciones hay en mi corazón. Digo importante porque mucho depende de esto el bienestar espiritual nuestro, es decir, entre mas tratemos de agradar a Dios con nuestras palabras, pensamiento e intenciones de corazón, mejor caminaremos la vida cristiana.
Sin embargo muchas veces siendo sabedores de la importancia de mantener una vida saludable en cuanto a estos aspectos, los tenemos por olvido. Que triste es cuando un Cristiano maneja un lenguaje que no es el de un hijo de Dios, realmente no esta dando testimonio de su fe, sino mas bien esta denotando su humanidad carnal y alejada del propósito divino.
Hay algo que a mi personalmente me llama la atención de este versículo y es que David anhelaba que sus dichos y su meditación fueran gratos, pero gratos DELANTE DE DIOS.
Ahora vuelvo a la pregunta del inicio: ¿Cuándo estamos delante de Dios?, ¡¡SIEMPRE!!, definitivamente SIEMPRE estamos delante de Dios, estar delante de Dios no solo significa estar orando, o leyendo la Palabra, puesto que estamos delante de Dios en cada segundo del día, en todo lugar, pues el ojo de Jehová esta en todo lugar. Entonces cuando el Salmista David se refiere a“delante de Dios”, esta hablando que sea SIEMPRE.
Amado amigo, tu no puedes llevar dos caras, no puedes tener una delante de los hermanos en la Iglesia y otra fuera de ella, no puedes bendecir con tu boca a Jehová y luego estar maldiciendo a tu hermano, no puedes estar meditando en el Señor y luego pensando en ciertas imágenes pornográficas que vistes en el Internet, TODO eso no es compatible.
Anhelemos al igual que David, ser agradables delante de Dios siempre, no solo por momentos, no solo por temporadas cortas, sino cada momento de nuestra existencia, que nuestro deleite sea agradar a Dios, que nuestro propósito sea ser grato delante de El, que los dichos de nuestra boca expresa la sabiduría divina, que las intenciones de nuestro corazón sean puras y que lleven un buen propósito.
Hermano amado, cada uno de nosotros somos responsables de los dichos y pensamientos que hay dentro de nosotros, pues de lo que llenamos nuestros ojos, así serán nuestros pensamientos y de los que llenamos nuestros oídos así serán nuestros dichos, es por eso que es importante sumergirnos en el río del Espíritu de Dios para poder lavar nuestros oídos y boca, nuestro ojos y pensamientos, para que nuestro mayor objetivo en la vida diaria sea el ser gratos delante de Dios.
Para ser gratos delante de Dios, solo se necesita disposición de corazón.
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