San Juan 21:17
Yo no voy a culpar a Pedro por negar a Jesús, puesto que muchos de nosotros en algún momento de nuestra vida cristiana lo hemos hecho, ya sea en palabras, acciones o hechos, así que el que este libre de pecado que tire la primera piedra.
Hay momento en la vida en donde todos negamos a Dios, ya sea porque te sientes tan mal por todo lo que te esta pasando o porque simplemente decidiste hacerlo.
No hay duda que todos aquellos que nos hacemos llamar cristianos amamos a Dios, yo se que si el mismo Jesús se presentara delante de ti y te lo preguntara, esta demás decirlo que le dijeras que lo amas. Pero todos tenemos nuestro momentos de rebeldía, esos momentos en los que hasta dudamos que Jesús esta con nosotros.
Posiblemente estés pasando un momento difícil en donde crees que Dios te ha desamparado, en donde por mas que buscas una solución no la encuentras, uno de esos momentos que a ninguno de nosotros nos gusta pasar. Quizá has intentado en tus propias capacidades salir adelante en algo y no pudiste, a lo mejor no tomaste en cuenta a Dios en alguna decisión y ahora estas pagando el resultado de esta. Quizá estas atado a un pecado con el que sabes que ofendes a Dios y no sabes como salir de El, quizá te enamoraste de alguien que creíste que era el indicado o indicada y no fue así, estas y otras muchas situaciones muchas veces no llevan a negar o a olvidarnos de Dios.
Pero lo que si estoy seguro y tu no me vas a dejar mentir es que después de cada una de estas y otras situaciones similares todos hemos llegado a nuestro cuarto, cerrando las puertas, arrodillándonos, con lagrimas en lo ojos y diciéndole a Papa: “perdóname por ser rebelde, perdóname por negarte, perdóname por fallarte”.
En esos momentos de intimidad espiritual Jesús se acerca a ti, y te dice: “¿Me amas?”, esta claro que ninguno de nosotros dijéramos: “No, no te amo”, pero esas palabras tocan tanto nuestro corazón que no sabemos ni que responder, puesto que si respondemos que “SI” entonces nosotros mismos nos preguntaríamos: ¿Entonces porque actué de esa forma con Dios?, pero lo que no te das cuenta es que Dios no te reprocha nada, que no el no es un acusador, sino que al contrario el es tu Salvador, es por eso que el te dice en esta hora: “Hablando contigo quiero estar, ven a mis brazos no llores mas, te he prometido nunca dejarte, habla conmigo”.
Jesús te abraza fuertemente y tu espíritu se conforta en su presencia, luego que Dios te fortalece en ese momento de intimidad, tu y yo entendemos que antes que cualquier cosa, necesitamos hablar con El, confiar en El y esperar en El.
Amigo mío, posiblemente te sientas indigno de estar delante de tu Padre, pero yo te digo una cosa: Nadie es digno de estar frente a El, pero su gracia y su misericordia son nuevas cada mañana y El te espera con los brazos abiertos, no hay de que temer, no hay porque llorar, puesto que acá esta tu Padre Celestial que quiere hablar contigo.
Comentarios
Publicar un comentario
IMPORTANTE: Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.
DIOS TE BENDIGA