¡Por el amor de Dios, ayúdame!'
- Puerto Príncipe se ha llevado la peor parte de esta tragedia
- Barrios enteros han desaparecido, cientos de edificios públicos derrumbados
- Los supervivientes se agrupan en las calles en espera de ayuda
El llanto de un bebé se mezcla entre los gritos desesperados de unos hombres que intentan escapar de entre los escombros. De repente, la tierra tiembla de nuevo como lo ha hecho docenas de veces desde el terremoto que ha destruido Puerto Príncipe. El pánico se apodera otra vez de la capital haitiana.
El terremoto de 7 grados de magnitud Richter que sacudió Haití este martes ha convertido las calles de Puerto Príncipe en un hervidero de miles de personas que lo invaden todo, algunas por miedo a regresar a sus casas y otras porque ya no tienen techo. [Vea las imágenes de la catástrofe]
Puerto Príncipe, una ciudad que no sabe de planificación ni de urbanismo y donde se calcula que viven dos millones de personas, se ha llevado la peor parte de esta tragedia. El epicentro se situó a tan solo 15 kilómetros de la capital.
Barrios enteros han desaparecido, cientos de edificios públicos se han derrumbado como un castillo de naipes, incluido el palacio presidencial.
Los equipos de rescate se retiran por miedo. Todos, menos Jeanwell Anthony, que sigue sosteniendo la mano de un niño al que trata de consolar. "La mano de Dios que ama la vida me ha guiado para salvar a este bebé", cuenta el socorrista.
Escenas similares se repiten por toda la capital de Haití, 24 horas después del seísmo, que habría dejado, según temen las autoridades más de 100.000 muertos.
En las casas en ruinas, los cuerpos de las víctimas permanecen intactos, en la misma posición en las que les pilló el terremoto: una pareja aplastada mientras dormía la siesta, chicas cubiertas de polvo, mujeres desnudas cuyos ojos permanecen abiertos por el miedo. En los coches, los cuerpos carbonizados aún están allí.
"¡Ayuda! Mi marido está atrapado ahí abajo. Por el amor de Dios, ayúdame, yo sé que él está vivo ", grita desesperada una mujer en medio de la calle. En la calle Saint-Honoré, en el centro de la ciudad, un hombre cubierto por el polvo y atrapado entre los hierros de su vehículo intenta ser rescatado por sus vecinos. Sufre una grave hemorragia. Nadie cree que se pueda salvar. "Murió antes de que los equipos de rescate pudieran llegar", cuenta Wilson, un estudiante de sociología presente en la escena.
Los supervivientes se agrupan en las calles en espera de ayuda, mientras se dan consuelo e intentan asimilar la magnitud de la tragedia. En todas las vías y plazas principales se ven aglomeraciones humanas. Algunos se dedican a la ingente tarea de retirar escombros en busca de más supervivientes o cadáveres.
"¿Qué ha hecho nuestro país para merecer esto?", se lamenta Maravillas Rody Baptista, un octogenario sentado en una silla a la puerta de la que fue su casa. No piensa moverse hasta que se hayan recuperado los cuerpos de sus dos nietos enterrados bajo los escombros.
A pocos metros, la escena es todo lo contrario. Un grupo de mujeres cantando, batiendo palmas. Un aire alegre que contrasta con la tristeza de su alrededor. Están vivas. De pronto, una nueva réplica del terremoto les devuelve al terror.
En este paisaje de devastación, desolación y caos hay también quien busca sacar provecho, y ha habido pillaje en los establecimientos comerciales. Las fuerzas de seguridad y los voluntarios, además de rescatar a las víctimas del terremoto, están tratando de garantizar el orden público, con patrullas día y noche por la ciudad y sus alrededores.
Las comunicaciones normales están cortadas, los caminos bloqueados por escombros y árboles, la energía eléctrica interrumpida y el suministro de agua es escaso. Las únicas luces visibles en la ciudad provienen de señales de tránsito que funcionan con energía solar. El panorama no puede ser más terrorífico.
Comentarios
Publicar un comentario
IMPORTANTE: Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.
DIOS TE BENDIGA