En el futuro podremos leer el periódico en el ordenador

Así de contundentes lo vaticinaban en 1981, como quien describe un futuro rodeado de platillos volantes y gente ataviada con trajes de aluminio. La frase nos llega del pasado y del conocido canal norteamericano Kron (de la bahía de San Francisco, en concreto). Este curioso reportaje que circula por la red comenzaba con un "imagine estar sentado en su casa, café en mano, y encender su ordenador personal para leer las últimas noticias", evidentemente ajenos a una realidad que hoy nos rodea de forma aplastante: encender el ordenador y leer el periódico en el trabajo es tan habitual como bajar a por el cortado de las 11h de la mañana. En la época de la sobreinformación, Facebook, Twitter y otras redes de comunicación, uno no puede evitar esbozar una sonrisa al pensar que ese futuro pintado rayando lo extravagante en 1981 podría ser algo tan cotidiano como así ha ocurrido 30 años atrás. Así, el columnista de The New York Times David Pogue califica en su Twitter como 'mind-blowing' la noticia (podríamos traducirlo como 'espectacular'o alguna expresión similar).

De hecho, jugar a futurólogo en los tiempos que corren en lo tocante a la tecnología no es tarea fácil y alguno tendría que dar más de una explicación ante erróneos y sonoros vaticinios que se han recogido a lo largo de la historia. Así, Ken Olson, presidente y fundador de DEC (un conocido fabricante de ordenadores), no tuvo empacho en afirmar en 1977 que "no existen razones para que alguien quiera tener un ordenador en casa, pero tampoco se quedó corto el mismísimo Bill Gates, fundador de Microsoft al declarar con rotundidad que "nunca desarrollarían un sistema operativo de 32 bits". Algunos osados erraron en sus predicciones rayando lo grotesco, como es el caso del profesor de Filosofía y Astronomía de la Universidad College de Londres, al declarar que los viajes en trenes de alta velocidad eran imposibles porque se asfixiarían sus pasajeros. Ahora que hemos pasado un momento distendido disfrutando a todo pasado de los errores del pasado, nos toca a nosotros ¿cómo será la vida dentro de treinta años?