Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Sal 51:8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.
Pro 3:7 No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Pro 3:8 Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.
La artritis: causas y tratamiento
Según la ciencia el dolor en las articulaciones se debe a la inflamación de la membrana sinovial. Los síntomas son el dolor, la limitación de movimientos y la hinchazón.
Los médicos explican que existen distintos tipos de artritis algunos causados por una infección. Los golpes, virus, bacterias y hasta hongos pueden tener su parte en ese proceso.
El tratamiento para mejorar los síntomas pueden incluir analgésicos, antiinflamatorios y reposo y si es de origen infeccioso se utilizan antibióticos. Si es de origen autoinmunológico como la artritis reumatoide se suele prescribir inmunosupresores entre otros según el criterio médico.
Como las causas son realmente desconocidas se consideran antecedentes familiares, el sexo y la raza.
Ya que las causas son desconocidas no estaría de más considerar aplicar en lo espiritual el consejo de la Palabra de Dios.
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