Si todavía tiene muchos planes por realizar y no le parece suficiente el tiempo que queda hasta 2012 —año del Apocalipsis según los profetas maya y Nostradamus—, entonces debería adquirir cuanto antes una novedad en el mercado estadounidense: un búnker que permite a sus dueños sobrevivir de manera individual o colectiva el ’fin del mundo’.
La compañía Vivos ha lanzado a la venta un producto de lo más peculiar, un búnker comercial capaz de resistir el impacto de un asteroide, una explosión nuclear, un ataque químico o biológico o cualquier otra calamidad que azote al mundo.
En la compañía están seguros de que este negocio innovador atraerá a muchos clientes entre los cuales figurarán tanto propietarios de casas privadas (que viven según el principio ’mi casa, mi fortaleza’), como otros importantes usuarios del comercio, como fábricas o líneas de producción que tienen necesidad de evacuar de manera urgente a todo el personal.
Hoy en día Vivos ya tiene encargado un búnker de 1.858 metros cuadrados de superficie donde pueden encontrar refugio alrededor de 200 personas. El nombre del cliente se desconoce, pero hay información de que procede de los Estados Unidos.
El surtido de mercancías de la compañía incluye tanto ’búnkeres personales’, para una o dos personas, como construcciones de varias plantas a prueba de fuego, explosiones o calor. La configuración de tales formidables refugios incluyen una ’coraza protectora’, que puede soportar una temperatura de hasta 700 grados centígrados, vientos de más de 700 kilómetros por hora y mantenerse estable durante terremotos de hasta 10 grados de magnitud en la escala de Ritcher. En caso de una inundación podrá aguantar la embestida del agua durante 500 horas como mínimo.
“Cualquier calamidad o desastre natural puede ocurrir dentro de 20 años o incluso mañana. Usted no puede adivinarlo, pero tiene que estar preparado”, dice el anuncio de la página web del fabricante.
El costo total de esta nueva vivienda antiapocalíptica, sin lujos adicionales, es de tan ’sólo’ 10 millones de dólares, incluidas varias cámaras especiales para guardar reservas de alimentos, agua y medicinas. Eso sí, si desea llenar su refugio particular con todo lo necesario como agua, comida o combustible deberá pagar unos 50.000 dólares adicionales. Pero, según los vendedores, ese precio no debería suponer un obstáculo para las personas que, cueste lo que cueste, quieren sobrevivir al mayor ’cataclismo’ del planeta y que se avecina.
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